La esperanza de vida aumentará en los países industrializados para los nacidos en 2030, siendo las mujeres las que romperán la barrera de 90 años en países como Corea del Sur, según un amplio estudio internacional, dirigido por científicos de Imperial College de Londres (Reino Unido), en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Concretamente, el estudio que ha sido publicado en la revista ‘The Lancet’, prevé que la esperanza de vida va a aumentar en países industrializados con una probabilidad de, al menos, el 65% para las mujeres y el 85% para los hombres. Por países, la esperanza de vida femenina para las mujeres es mayor en Corea del Sur seguido por Francia, España y Japón; mientras que en hombres, tras Corea del Sur, se encuentran Australia y Suiza.
Por el contrario, los países que menos esperanza de vida proyectada van a ganar son EE.UU, Japón, Suecia, Grecia, Macedonia, y Serbia tienen algunas de las ganancias de la esperanza de vida más baja proyectadas, tanto para hombres como para mujeres. Uno de los datos más llamativos, que existe una probabilidad del 35% de que la esperanza de vida estanque o disminuya en las mujeres japonesas en 2030, seguido por una probabilidad del 14% en los hombres de Bulgaria y el 11% en las mujeres finlandesas.
El análisis abarcó 35 países de altos ingresos de Asia y el Pacífico, América del Norte, Europa Central y Europa occidental, así como los países latinoamericanos que son miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), con los datos disponibles sobre las muertes y la población de 1985 a 2010 y posteriores.
«El hecho de que vamos a seguir para vivir más tiempo significa que tenemos que pensar en el fortalecimiento de los sistemas de asistencia sanitaria y social para apoyar a una población que envejece con múltiples necesidades de salud», ha señalado Majid Ezzati, el investigador principal y profesor de la escuela de la del Imperial College de Londres salud pública.
En Europa, las mujeres y los hombres suizos franceses se predice que tienen las más altas expectativas de vida, con un promedio de 88,6 años para las mujeres francesas y casi el 84 años para los hombres suizos.
El estudio pretende conocer cuál es la mortalidad y esperanza de vida futura para planificar los servicios sociales y de salud y pensiones. «Nuestro objetivo era predecir la mortalidad y esperanza de vida nacional específica por edad utilizando un enfoque que tenga en cuenta la incertidumbre relacionada con la elección del modelo de pronóstico», advierte.