Por: Valentín Medrano Peña.
“CUARENTENA. Era una palabra que se apreciaba solo en películas de ciencia ficción. Adivina qué! Es una realidad, un sacrificio por la humanidad. Cuidarse para cuidar a todos. Un encierro humano voluntario. Los héroes de hoy son los que no hacen nada, quienes permanecen en casa”.
Los héroes de hoy no tienen que salvar al mundo de un malvado villano, no tienen que hacer estallar un meteorito que en dirección a la tierra le amenaza, no tienen que arrasar ejércitos o hacer caer aviones o naves espaciales, no usan capas ni antifaz, no tienen súper poderes, ni visten de formas estrafalarias. No meterán goles ni batean jonrones o lanzaran no hits, no hacen tacleadas ni touchdown o un hoyo en uno.
Los héroes de hoy solo deben cuidarse para salvar a la humanidad. Lavarse las manos como se enseña a los niños. Permanecer encerrados en casa para evitar contagios y contagiar. Nuestros héroes jamás podrían ser tantos. Es la hora de la humanidad ser heroe colectiva de la humanidad. Se requieren millones de héroes para salvar a millones de personas, cada quien es responsable de la vida de al menos cien personas rompiendo en él la cadena de contagio, que detenida, salva a cientos.
Los héroes de hoy pueden ser de cualquier clase social y económica, de cualquier ideología política, hablar cualquier idioma o tener cualquier color de piel, tener los más disímiles gustos y cultura, adorar a cualquier Dios o ser ateo, tener cualquier preferencia o posturas ideológicas.
Hay una sola cualidad común en los héroes de hoy, y es la aceptación de la realidad de que la humanidad está bajo ataque de un enemigo mortal, y que cada uno es importante en la solución del problema. Lo común es pues, la conciencia de que debemos poner de nuestra parte para que la totalidad de la humanidad sea salva. Es como una especie de adelanto del arrepentimiento personal para salvar el alma y hoy a la vida humana.
Jamás el hombre necesitó tanto del hombre. Y jamás ser héroe demandó de menos, y exigió menos de ser reconocido y aplaudido, le habrá de bastar con el sentido del deber cumplido y la satisfacción de saberse salvador de muchos.
Sé un héroe y hazlo con conciencia. Jamás fue tan sencillo serlo. Solo no hagas nada. Guárdate. Quítate del camino del Coronavirus y con ello salva a muchos. Sé mi héroe, nuestro héroe. Quedándote en casa.