Entre ellos también están Barry Bonds, Miguel Cabrera, Bryce Harper, Joey Gallo y Yandy Díaz
El pegar un jonrón contra un lanzador de Grandes Ligas es una de las hazañas más difíciles para un pelotero. Se necesita una impresionante combinación de coordinación, preparación y por supuesto, bastante fuerza.
¿Pero el romper el bate al sacudir un cuadrangular? Ése es otro nivel de logro. Aunque no sería tan extraño como el hecho de que un bateador se atreva a decir que pegará un jonrón antes del pitcheo, como lo hizo Babe Ruth en la Serie Mundial de 1932, es lo suficientemente insólito como para maravillarse cada vez que sucede en un partido de la Gran Carpa.
Entonces, tomen asiento y disfruten de algunos de los vuelacercas de dicha clase que más sobresalen en historia reciente, según lo narra Matt Kelly y Manny Randhawa, publicado en las páginas de MLB.com.
Ocho días después de llegar a 600 jonrones, Bonds le siguió con uno de los cuadrangulares más extraños de los 762 batazos de vuelta entera que conectó en su carrera con el Nro. 601.
En la parte alta de la primera entrada ante el derecho novato de los Marlins Josh Beckett, Bonds depositó un pitcheo sobre la cerca del jardín derecho en el Pro Player Stadium.
¿Simplemente otro cañonazo típico de Bonds? No, éste resultó con el bate del líder de jonrones de todos los tiempos partido en dos pedazos, uno de los cuales le entregó al coach de la inicial a su paso por la almohadilla.
Miguel Cabrera (Tigres) vs. Gigantes, Juego 4 de la Serie Mundial del 2012
La perdurable imagen del Clásico de Otoño del 2012 es la del relevista de los Gigantes, Sergio Romo, retirando al toletero venezolano con un strike cantado para ponerle fin a la serie.
Pero lo que pocos recuerdan es el jonrón de dos carreras que dio Miguel al romperse el bate para darles la ventaja inicial a los Felinos en el Juego 4.
Cabrera hizo contacto un poco por debajo de la parte gruesa y aunque fue suficiente para quebrar el madero, no lo fue para frenar al que para algunos es el mejor bateador derecho de su generación. Por eso, este impresionante bambinazo debería ser más que una anécdota en la historia de la Serie Mundial.
El dominicano Nelson Cruz (Marineros) vs. Yankees, 22 de agosto del 2016.
El trueno del dominicano ya estaba bien establecido al momento en que entró a la caja de bateo contra el relevista de Nueva York, Kirby Yates, con los Marineros arriba 6-5 en el octavo episodio.
El toletero quisqueyano depositó un lanzamiento rompiente del derecho sobre el muro del bosque izquierdo del que en ese entonces era el Safeco Field. El bate de Cruz se despedazó por el mango, estableciendo mejor el legado del “_Boomstick_” en la región de Seattle.
Bryce Harper (Nacionales) vs. Mets, 16 de abril de 2018.
Harper arrancó este duelo entre rivales como líder en las Mayores con siete vuelacercas.
El octavo cuadrangular fue el más memorable del cañonero hasta la fecha, luego de sacar del parque una recta del as de los Mets, Jacob deGrom, y trotar hacia la primera base con solamente la parte del mango del bate en sus manos.
«Fue un poco traumático», declaró deGrom. «Escuché cómo el bate se quebraba y luego volteé a ver y me di cuenta de que (el jardinero derecho de los Mets Brandon Nimmo) iba corriendo hacia atrás. Yo sólo dije, ‘Oh. Creo que esta pelota se fue del parque'».
- Joey Gallo (Rangers) vs. Angelinos, 16 de agosto de 2018
Gallo demostró su tremendo poder cuando le conectó un cuadrangular por todo el jardín derecho en el segundo inning al derecho de los Angelinos Taylor Cole.
El bambinazo en solitario fue el 32do del año para el cañonero zurdo, pero ni el daño al cuerpo de lanzadores de los Angelinos ni los bates quebrados terminarían ahí.
El toletero quebró un segundo bate en el octavo inning tras agenciarse un doble productor hacia el hueco del jardín derecho frente al relevista Justin Anderson.
- Yandy Díaz (Rays) vs. Gigantes, 5 de abril del 2019
Después de dar apenas un jonrón en 88 partidos con los Indios del 2017 al 2018, el cubano no tardó para fijar una nueva marca personal tras integrarse a los Rays, disparando su segundo vuelacercas de la campaña del 2019 en su séptimo partido.
A pesar de quebrar su bate, el cañonero generó una velocidad de salida de 94.6 millas por hora con un batazo que envió la bola a 373 pies de distancia sobre la pradera izquierda.