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Qué son las enfermedades financieras: las 5 más comunes y cómo prevenirlas

En la vida existen numerosos factores que inciden directamente en la salud física y mental de las personas. Realizar o no determinadas acciones pueden ayudar a mantenerse saludable o a enfermarse. Uno de esos factores primordiales, aunque no el único, es el estado de las finanzas.

En un contexto de inestabilidad económica, con un nivel elevado de inflación y el dólar con cotizaciones récord, hacer un manejo eficiente de las finanzas personales resulta todo un desafío, pero se hace más difícil cuando existen comportamientos que resultan nocivos para el bolsillo.

«Así como de los síntomas biológicos (fiebre, celiaquía, cáncer, etc) hay mucha investigación y estudios que nos informan sobre las posibles causas que desencadenaron la enfermedad y nos proponen tratamientos, también los hay sobre los conflictos de dinero (deudas recurrentesestafas, dificultades para llegar a fin de mes, pérdidas de dinero, etc). y sus consecuencias», sostiene la asesora, educadora y experta en inteligencia emocional financiera, Vale Laco.

En un contexto de inestabilidad económica, hacer un manejo eficiente de las finanzas personales resulta todo un desafío. Foto: Archivo

Enfermedades financieras: cuáles son las 5 más comunes

Una persona es sana financieramente si gasta menos de lo que gana, paga a tiempo sus cuentas y créditos, cuenta con el dinero suficiente para gastos corrientes, tiene ahorros e inversiones a largo plazo, su deuda es sostenible, mantiene un historial crediticio limpio, cuenta con seguros adecuados a sus necesidades y tiene un plan de ahorro para su retiro.

De lo contrario podría estar padeciendo algunas de las siguientes enfermedades relacionadas con el dinero que le impiden tener el control de sus finanzas, tanto en en tiempos de crisis como en momentos favorables de la economía del país.

1. Estrés financiero

El Financial Health Institute lo define como una condición causada por eventos que crean ansiedad y preocupación, a menudo viene acompañado por una respuesta física. Sentimos angustia y presión ante una situación económica inestable y eso nos provoca insomnio, cambios en el comportamiento, inseguridad y hasta enfermedades graves.

Si bien las más afectadas son aquellas personas que tienen una predisposición a padecer este tipo de trastornos, es muy probable que gente que no tiene esa tendencia desarrolle un cuadro de estrés importante ante la inquietud de no tener perspectivas claras que den señales de alivio.

«Diversos estudios revelan que el 75% de las personas sufre estrés financiero. Estos altos niveles de estrés impactan en nuestro bienestar, en el vínculo con los demás, en la sociedad, en nuestro día a día», detalló Laco.

2. Adicción al gasto

Entre su sintomatología está la irracionalidad a la hora de consumir, lo que los convierte en compradores compulsivos.

Muchas veces es inevitable, como en temas de salud, pero generalmente se gasta de más por apuro. Adquirir productos costosos cuando no es realmente necesario o hacer un viaje demasiado caro sólo por conocer un lugar puntual son dos ejemplos de este tipo de gastos por ansiedad y no por necesidad.

En muchos casos, quienes además no poseen ahorros disponibles, se ven obligados a pedir dinero prestado y generan una deuda.

Entre los síntomas de la «adicción al gasto» está la irracionalidad a la hora de consumir. Foto: Archivo

3. Alergia al dinero:

«Son personas que generan muy poco dinero o inclusive nada y cuando lo reciben tienden a “perderlo”. Esto se debe a que su inconsciente percibe al dinero como peligroso (debido a experiencias pasadas en las cuales dinero dio por resultado separaciones, muerte, etc.) por lo tanto lo aleja de sus vidas, de manera inconsciente», describe la licenciada Nilda Avellaneda, creadora de la neurodecodificación laboral y organizacional y especialista en neurociencias.

En tanto, destaca que en casos de llegar a recibir dinero a través de herencia, regalo, premio, la persona inconscientemente lo pierde ( por ejemplo con pérdidas/descuidos o contrayendo deudas).

4. Intolerancia al dinero

Son personas que logran generar dinero pero rápidamente se lo “sacan de encima” por estafas. Por ejemplo se lo prestan a un familiar o amigo que nunca se los devuelve, los estafan, realizan una inversión y lo pierden, se los roban, etc.

¿Por qué? Según explica Avellaneda, porque el inconsciente percibe al dinero como tóxico, como algo que cae mal. Con dinero se han hecho acciones reprochables, difíciles de digerir. Por lo tanto la persona inconscientemente “se saca de encima” el dinero para evitar realizar acciones reprochables que pueden generar separación o muerte lo cual es mucho más doloroso que no tener dinero.

5. Intermitencia económica

La persona experimenta un piso y un techo financiero. Nunca gana lo suficiente para hacer grandes cambios en su vida personal y familiar, pero tampoco gana poco pero termina siempre endeudada. Estas personas llegan a fin de mes, pueden ir a comer afuera, darse ciertos mimos, pagar cuota del auto, de la casa pero no sobra para mucho más.

«Para evitar repetir la memoria de dolor por promesas incumplidas. Por ejemplo, se juntó plata grande para un casamiento y al final se separaron, etc. El inconsciente piensa: “Mejor no juntes plata grande porque es muy doloroso”, indicó la licenciada.

Una persona es sana financieramente si gasta menos de lo que gana, paga a tiempo sus cuentas, tiene ahorros e inversiones. Foto Shutterstock.

Enfermedades financieras: cómo organizarse y tener buena salud económica

1. Identificar los problemas y armar un presupuesto: lo primero que se debe hacer es mantener la calma. Una mente despejada razona mejor. Para esto lo ideal es armar un presupuesto detallado y localizar así la raíz del problema.

Hacer una lista con todos los gastos: desde el alquiler o la hipoteca, hasta los consumos diarios más pequeños. Establecer pagos automáticos para facturas recurrentes y ahorros.

2. Control de gastos: existen aplicaciones o calculadoras de ahorro que ayudarán a controlar los gastos y mantenerse al día con el presupuesto mensual.

  • Clasificar los gastos en necesidades y deseos y luego buscar las maneras de reducir la lista de deseos.
  • Revisar el propio patrón de gastos para identificar las maneras de ahorrar en los gastos diarios pequeños.
  • Considerar modificar el presupuesto para darle prioridad a las metas que ayudarán a reducir el estrés financiero, como pagar tarjetas de crédito con tasas de interés altas.

3. Unificar gastos: dentro del control de gastos, si se tienen muchas cuotas de préstamos o tarjetas, lo mejor es consolidar la deuda para tener un mejor control, y reducir gastos asociados.

  • Realizar el pago mínimo en cada una de las tarjetas.
  • Elegir una estrategia de pago y mantenerlo.
  • Evitar contraer una nueva deuda de tarjeta de crédito.

4. Mirar hacia adelante y no castigarse por lo hecho en el pasado, es mejor concentrarse en no repetir esos momentos de estrés. Cuando se estabilice la situación financiera personal, pensar en ahorrar lo que se pueda. De esta manera, se tendrá un soporte económico que se podrá usar ante un imprevisto.

  • Utilizar el presupuesto para determinar cuánto dinero puede contribuir cada mes a los ahorros después de contabilizar los gastos de la lista de necesidades.
  • Dar prioridad a tener suficiente dinero para cubrir los gastos diarios de tres a seis meses antes de comenzar con las metas de ahorro a largo plazo.
  • Establecer transferencias automáticas de su cuenta de cheques a su cuenta de ahorros.

5. Educación financiera: adquirir conocimientos y habilidades financieras, ya que será de mucha ayuda en la toma adecuada de decisiones diarias. El objetivo será mantener la salud financiera personal y evitar situaciones de desequilibrio económico.

Hacer cursos sobre educación e inclusión financiera -algunos son gratuitos- para incorporar conocimientos y empezar a tener una mejor relación con el dinero.

LN

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