El Ministerio de Relaciones Exteriores calificó como «desacertado y lleno de falsedades» el informe de un grupo de trabajo de la ONU que calificó como arbitraria la prisión en contra del procurador Jean Alain Rodríguez, a la vez aclaró que dicho documento no es vinculante para la República Dominicana, y que, por tanto, la justicia dominicana no está obligada a acatar lo establecido en ese escrito.
El ministro Roberto Álvarez señaló en rueda de prensa junto a la procuradora adjunta Yeni Berenice Reynoso, que los únicos organismos internacionales que tienen capacidad para emitir sentencias vinculantes para el país son la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la Corte Penal Internacional.
«Solo existen tres tribunales con el atributo de emitir sentencias vinculantes, es decir obligatorias, para los Estados que hayan ratificado el tratado mediante el cual fue establecida dicha corte. Esos tratados a su vez determinan el mandato y competencia de esos tribunales», afirmó.
Prosiguió: «En consecuencia, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria es un órgano que no fue creado por un tratado sino por una resolución del Consejo de Derechos Humanos que fue establecido por una resolución de la Asamblea General de la ONU. No tiene capacidad alguna para emitir sentencia, como si puede, por ejemplo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero tampoco tiene, el Grupo de Trabajo, competencia alguna para ni siquiera emitir un dictamen, atributo que, si tiene el Comité de Derechos Humanos, dictamen que no es de cumplimiento obligatorio por los Estados Parte en el tratado».
Dijo que el escrito puesto a circular por el exprocurador y sus abogados «no puede siquiera ser considerado, como gusta decir a los abogados, ‘un adefesio jurídico’.
«El documento trata de ser una manipulación de la naturaleza del Grupo de Trabajo y de las características de su opinión, pero es tan burdo, que no pasa de hipérboles mal intencionadas envueltas en una solemnidad fatua y pueril. Estamos seguros de que un buen profesor de derecho lo hubiera reprobado», dijo el canciller.