La coronación de Sheynnis Palacios como Miss Universo 2023 ha reavivado el conflicto político en Nicaragua, pues la joven de 23 años participó en las protestas de 2018 contra Ortega. Mientras tanto, los murales que fueron pintados en algunas paredes del país para celebrar el triunfo de Palacios, fueron mandados a quitar por las autoridades.
Los medios opositores denunciaron también que la casa de Karen Celebertti, la directora del Miss Nicaragua, fue allanada el viernes, y que el esposo, Martín Argüello, estuvo temporalmente detenido. La mujer regresó al país luego de pasar unos días en México, agotando actividades relacionadas al Miss Universo y tanto a ella como a su hija se le negó la entrada a Nicaragua.
El diario La Prensa aseguró que el gobierno «mantiene incomunicado» a Argüello y que hay presencia policial en la casa sus padres. El gobierno no se ha pronunciado sobre
«La directora nacional, su familia y los anteriores titulares (de la organización en Nicaragua) están a salvo», agregó el comunicado.
El triunfo de Palacios motivó celebraciones masivas de los nicaragüenses en las calles en Managua y otras ciudades del país, lo que no se veía desde que quedaron prohibidas las manifestaciones en 2018.
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, esposa de Ortega, acusó a la oposición de «aprovechamiento grosero» y de «tosca y malvada comunicación terrorista, que pretende convertir un lindo y merecido momento de orgullo y celebración, en golpismo destructivo».
La prensa opositora también aseguró que el gobierno había ordenado a la aerolínea Avianca «no abordar» a Palacios cuando regresara de San Salvador, pero, tras el triunfo, anuló la orden.
La Miss Universo viajó de El Salvador a Miami, México y Nueva York, donde ahora tiene su apartamento.