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Los siete consejos de una neurocientífica de Harvard para mantener la memoria ágil

La memoria: cómo mantenerla en forma y su inesperado gran enemigo

Hacerse mayor está ligado a una serie de cambios físicos y psíquicos que ocurren de manera natural y son comunes a casi todo el mundo, como las arrugas o la pérdida de capacidad para hacer ciertos deportes cuando se está cerca de la vejez. Aunque sea algo que parece imposible de evitar, el estilo de vida y cómo cuidemos nuestra salud pueden influir notablemente en cómo llegamos a edades longevas.

Un aspecto a tener en cuenta conforme crecemos es la memoria. Puede ser normal que poco a poco nos cueste recordar más cosas y detalladas, pero a veces esto se puede atenuar si hacemos ejercicios o prácticas que favorezcan la capacidad de recordar.

Lisa Genova, neurocientífica autora del best seller del New York Times ‘Remember: The Science of Memory and the Art of Forgetting’, cuenta con más de 20 años de experiencia en temas relacionados con la memoria y, según cuenta en CNBC Make It, ella tiene siete trucos o prácticas que pone en marcha para mantener su memoria ágil y hacer frente a cómo afecta el paso de los años a esta capacidad del cerebro. Te los contamos a continuación:

7 consejos de una neurocientífica de Harvard para tener buena memoria

  1. 1

    Visualiza

  2. 2

    Utiliza la imaginación

  3. 3

    Personaliza

  4. 4

    Busca el drama

  5. 5

    Practica

  6. 6

    Usa señales de recuperación

  7. 7

    Exterioriza tu memoria

Visualiza

Al crear una imagen mental y visualizar algo que quieres recordar en el cerebro sumas conexiones neuronales: «Estás profundizando las asociaciones, haciendo que la formación de esa memoria sea más sólida, para que sea mejor que la recuerdes más tarde», indica Genova.

La profesora aconseja que, si por ejemplo queremos recordar algo que estamos escribiendo, podemos probar a escribrilo en mayúsculas, resaltarlo con un marcador de color o rodearlo con un círculo, pues añadiendo algo gráfico y visual será más fácil visualizarlo en tu mente.

Utiliza la imaginación

La experta en neurociencia afirma que quienes tienen recuerdos de calidad son también quienes cuentan con mejor imaginación. «Para ayudar a que un recuerdo sea inolvidable, utilice imágenes creativas. Vaya más allá de lo obvio y agregue elementos extraños, sorprendentes, vívidos, divertidos, físicamente imposibles e interactivos a lo que está tratando de recordar, y se mantendrá».

Personaliza

Haz que el recuerdo esté ligado a algo sobre ti, personalizando el elemento. Esto se recomienda porque suele ser más probable que recordemos cosas sobre nosotros mismos o algo que hemos hecho, que sobre otra persona o cosa. «Asócialo con tu historia y opiniones personales y fortalecerás tu memoria», indica Genova.

Busca el drama

No se trata de ser dramáticos sin sentido y hacia lo negativo. Lo que quiere decir la neurocientífica es que cuanta más eomoción tenga un hecho una experiencia, mejor la recordaremos. Esto explica porque solemos recordar con más facilidad momentos importantes como nacimientos, muertes, bodas, éxitos o humillaciones, entre otras cosas.

«La emoción y la sorpresa activan tu amígdala, que luego envía un mensaje alto y claro a tu hipocampo: ‘¡Oye! Lo que está pasando ahora es extremadamente importante. ¡Recuerda esto!’», indica la experta.

Practica

Practicar y repetir algo hace que los recuerdos se fortalezcan. «Los recuerdos musculares se vuelven más fuertes y se recuperan de manera más eficiente cuanto más ensayas una habilidad. Debido a que estos recuerdos le dicen al cuerpo qué hacer, su cuerpo mejora en la realización de estas tareas físicas con la práctica».

Usa señales de recuperación

Las señales de recuperación son elementos concretos que nos ayudan a recorfar algo, como un olor determinado que asociamos a algo o una hora del día concreta. Tal como indica Genova, «la señal correcta puede desencadenar el recuerdo de algo en lo que no has pensado durante décadas».

Exterioriza tu memoria

Pretender tener todo en la mente puede ser demasiado, pues hay personas que tienen muchas cosas de las que estar pendientes. Es por ello que tomar una ayuda y exteriorizar nuestra memoria es algo positivo, pese a que pueda parecer que estamos haciendo ‘trampas’ por ello. Así, puedes susar ayudas como listas, calendarios con apuntes, notas adhesivas o pastilleros. «Nuestros cerebros no están diseñados para recordar hacer cosas más tarde. Escríbalos», dice la neurocientífica.

Además, aprovecha para recordar algunos hábitos importantes que pueden ayudarnos a preservar nuestra memoria, habiendo dos claves: evitar el estrés y dormir lo suficiente.

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