Durante la mayor parte de su vida, Marine Le Pen ha vivido a la sombra de su padre. Jean-Marie Le Pen fundó el Frente Nacional de extrema derecha en 1972, partido que ella llegaría a liderar unos 40 años después. Cambiar su imagen racista y antisemita ha llevado tiempo, determinación y una amarga disputa familiar.
Le Pen, de 55 años, es actualmente miembro de la Asamblea Nacional francesa en representación de Calais, la ciudad en la costa cerca del Reino Unido que ha tenido problemas para lidiar con los inmigrantes que se dirigen a Gran Bretaña.
Cuando Le Pen tomó las riendas de su padre como líder del partido en 2011, intentó cambiar el nombre del Frente Nacional por algo más convencional, llegando incluso a expulsar a su padre en 2013 del partido político que fundó después de que repitiera su afirmación de que las cámaras de gas de los nazis no habían sido más que un detalle de la historia.
Finalmente, en 2018 logró rebautizar a la fuerza fundada por su padre como Agrupación Nacional (Rassemblement national en francés, o RN), el nombre con el cual compite actualmente y bajo el cual obtuvo la victoria en las elecciones al Parlamento Europeo.
Su relación con su padre y sus primeros pasos en la política
Marine Le Pen es madre de tres hijos. Se ha divorciado dos veces. Ella ha pedido con regularidad respeto a la privacidad de sus hijos, tratando de protegerlos de la atención de los medios.
Su relación con su padre, sin embargo, ha sido objeto de mucho escrutinio por parte de los medios.
La explosión de una bomba en el apartamento de la familia en París, cuando Marine tenía 8 años, la hizo consciente de la notoriedad de su padre. Y tras el divorcio de sus padres, comenzó a pasar cada vez más tiempo en su oficina.
Su talento para hablar en público la llevó a estudiar Derecho y luego, en 1998, fue asesora jurídica del partido de su padre. A medida que ascendió en sus filas -convirtiéndose en vicepresidenta, legisladora del Parlamento Europeo y luego parlamentaria en Francia- también trató de suavizar la imagen del partido. Esto provocó la tensión en la relación con su padre. Y no fue hasta que asumió como presidenta de la organización, en 2011, que fue capaz de remodelar el partido tanto como ella deseaba.
Un año después, en 2012, compitió por primera vez por la presidencia de Francia, alcanzado el tercer lugar.
Cuáles son las idea de Le Pen
En su campaña presidencial contra Emmanuel Macron en 2017, cuando perdió en segunda vuelta contra el actual presidente, intentó posicionarse como un Donald Trump francés, afirmando representar a las olvidadas clases trabajadoras francesas que han sufrido a raíz de la globalización y el progreso tecnológico.
Pero su postura nacionalista económica (quiere dejar el euro y volver al franco, e impulsar la salida de la Unión Europea), sus puntos de vista sobre la inmigración (propone reducir los ingreso y el acceso de inmigrantes a servicios públicos), el euroescepticismo y sus posiciones sobre el islam en Francia (quiere que sea ilegal que las mujeres lleven velo en público) resultaron impopulares entre el electorado francés.
Le Pen aboga por el aislacionismo y el nacionalismo, y considera que los dos grandes males que aquejan a francia son la corrección política liberal y el «multiculturalismo anglosajón».
Durante mucho tiempo ha sido una admiradora vocal de Vladimir Putin, el hombre fuerte ruso que se ha convertido en un paria en Occidente debido a la decisión del Kremlin de atacar a su vecino, Ucrania. Le Pen visitó al hombre fuerte ruso durante su primera campaña presidencial de 2017, pero esta vez se vio obligada a desechar un folleto con una foto de ella y Putin de ese viaje después de la invasión.
Su anterior aversión a la OTAN (la plataforma de campaña de Le Pen en 2017 incluía sacar a Francia de la alianza) también podría ser un lastre.
Le Pen volvió a perder en segunda vuelta en las elecciones presidenciales de 2022 –su tercer intento de llegar al Palacio del Elíseo–, una vez más contra Macron, pero por una diferencia mucho menor que en 2017, por lo cual salió fortalecida.
La mirada en el futuro
El partido de Le Pen, Agrupación Nacional, está en su mejor momento tras haber sido el más votado en las elecciones al Parlamento Europeo en Francia, logrando el 31,5% de los votos con una lista liderada por Jordan Bardella.
Tal fue el impacto de este resultado que el presidente Macron disolvió el Parlamento francés y llamó a elecciones anticipadas en un intento de restaurar el apoyo a su presidencia.
Se trata de una medida arriesgada, ya que si Agrupación Nacional se impone en esas elecciones Bardella se convertirá en primer ministro, un hito para esta fuerza política.
Bardella es, para muchos, el heredero político de Le Pen, descrito incluso como «perro de ataque» por sus mordaces apariciones televisivas.
También es desde 2022 el actual presidente de Agrupación Nacional, elegido por la propia Le Pen.