En peligro. Nuevas y extraordinarias imágenes muestran a decenas de personas indígenas de un pueblo no contactado en la Amazonía peruana a escasos kilómetros de varias concesiones madereras. Se trata de los Mashco Piro, el pueblo indígena no contactado más numeroso del mundo, según la organización Survival International.
Los activistas alertan de que esta evidencia gráfica irrefutable pone de relieve la necesidad urgente de revocar todas las licencias de tala en la zona y reconocer que el territorio pertenece a los Mashco Piro.
Más de 50 personas Mashco Piro se han dejado ver, en los últimos días, cerca de la comunidad indígena Monte Salvado, perteneciente al Pueblo Yine, en el sureste de Perú. Posteriormente, otro grupo de al menos 17 mashco piro ha aparecido en la comunidad vecina de Puerto Nuevo.
Gran parte de la población Mashco Piro vive en situación de aislamiento.
La noticia ha sido replicada por The Guardian, medio que advierte que se ha avistado a miembros de la solitaria tribu saliendo de la selva tropical con mayor frecuencia en busca de alimento, aparentemente alejándose de la creciente presencia de madereros.
“Estas increíbles imágenes muestran que un gran número de Mashco Piro aislados viven solos a pocos kilómetros de donde los madereros están a punto de iniciar sus operaciones”, declaró al citado medio la directora de Survival International, Caroline Pearce.
¿QUIÉNES SON LOS MASHCO PIRO?
Los Mashco Piro son uno de los pueblos seminómades que habitan el territorio peruano. Gran parte de la población Mashco Piro vive en situación de aislamiento y se desplaza entre las Reserva Indígena Mashco Piro, Reserva Territorial Madre de Dios y Reserva Indígena Murunahua, creadas entre los años 1997 y 2002, de acuerdo con el Ministerio de Cultura.
Nuevas y extraordinarias imágenes muestran a decenas de Mashco Piro No contactados en la Amazonía peruana a pocos km de empresas madereras.
El pueblo Mashco Piro ha sido estrechamente asociado con los Yine porque se considera que ambos hablan la misma lengua, perteneciente a la familia lingüística Arawak. Según el Ministerio de Educación, la lengua hablada por los Mashco Piro es una variedad del Yine.
En el pasado, los Yine informaron de que los Mashco Piro rechazan con furia la presencia de madereros en su territorio.
Los Mashco Piro viven en los departamentos de Ucayali y Madre de Dios. De acuerdo con datos obtenidos por el Ministerio de Cultura, viven principalmente en las cuencas medias y altas de los ríos Manu, Los Amigos, Pariamanu, Las Piedras, Tahuamanu y Acre (Reserva Territorial Madre de Dios) y en las cuencas del alto río Purús y el Curanja (Reserva Indígena Mashco Piro).
Los Mashco Piro suelen aparecer poco y no se comunican mucho con los yine ni con nadie, según Survival International.
BAJO AMENAZA
Las empresas madereras vienen construyendo caminos para extraer madera dentro del territorio de la comunidad.
Alfredo Vargas Pio, presidente de la organización indígena peruana Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD) se pronunció al respecto: “Esta es una prueba irrefutable de que muchos Mashco Piro viven en esta zona. El Gobierno no sólo está fallando en la protección de su territorio sino que lo ha entregado a empresas madereras. Los trabajadores de las madereras podrían traer nuevas enfermedades que acabarían con los Mashco Piro. También existe riesgo de violencia por ambas partes, por lo que es muy importante que los derechos territoriales del pueblo indígena Mashco Piro sean reconocidos y protegidos por ley”.
Para la organización, la amenaza de los madereros es un desastre humanitario en curso, por lo que es absolutamente vital que sean expulsados y que el territorio de los Mashco Piro esté protegido adecuada y definitivamente.
Los Mashco Piro también han sido avistados al otro lado de la frontera con Brasil, dijo a The Guardian Rosa Padilha, del Consejo Misionero Indígena de los obispos católicos brasileños en el estado de Acre: “Huyen de los madereros del lado peruano. En esta época del año aparecen en las playas para llevarse huevos de tracajá [tortuga amazónica]. Ahí es cuando encontramos sus huellas en la arena. Dejan atrás un montón de caparazones de tortuga”.
Para Padilha, “son un pueblo sin paz, inquieto, porque siempre están huyendo”.