Son múltiples los motivos que pueden llevar al deterioro o eventual quiebre de una relación de pareja, pero hay uno en particular que resalta por sobre los otros.
Así lo aseguró un estudio publicado en 2017 en la revista Plos One, el cual revisó los datos de más de 15.000 hombres y mujeres de entre 16 y 74 años, para así conocer cuáles son las razones que llevan al término de un vínculo de este tipo.
Al analizar los datos, los investigadores vieron que el principal motivo era el distanciamiento entre ambas partes.
Dicho fenómeno es usual en las rutinas de muchas personas. Y pese a que no es nuevo, sí se hace más evidente en tiempos en donde los teléfonos celulares suenan de manera casi permanente.
Tanto los correos electrónicos relacionados al trabajo, como los mensajes en grupos y las notificaciones de tu juego favorito pueden hacer que el tiempo frente a la pantalla reste horas junto a tu pareja o tus seres queridos.
Incluso, también puede contribuir a que tengas menos espacios para estar contigo mismo, pensando en cuáles son los aspectos que te preocupan o cómo te gustaría invertir tu tiempo.
Es así cómo llegamos a la frase que puede pronosticar una crisis en los vínculos de pareja: “No tengo tiempo para mí”.
Cuál es la frase que anticipa una crisis en las relaciones de pareja, según una sexóloga especialista. Foto: referencial.
Cómo influye en las relaciones
La sexóloga y autora del libro Parejas imperfectas y felices (Arpa Editores, 2022), Núria Jorba, explicó recientemente a El País que se trata de “un tema del que no se habla demasiado”, a pesar de que es uno de los más recurrentes que ve en su consulta.
“Normalmente nos fijamos en otras áreas. Se habla de un problema sexual, o de falta de intereses comunes, pero no nos planteamos que quizás uno de los primeros puntos a trabajar es la falta de tiempo”, aseguró la también psicóloga.
Según Jorba, la raíz de estas complicaciones está en qué produce esa falta de espacios.
“Lo primero es que nos pone en un estado de estrés, de nerviosismo, de estar acelerados, de estar más irascibles, y eso provoca que puedan generarse más discusiones. No facilita precisamente la conexión (…) Por otro lado, esa falta de tiempo también provoca que la pareja no exista, es decir, que se acabe convirtiendo en un equipo gestor de obligaciones. ¿Por qué? Porque las obligaciones priman: los niños, hacer la cena, ir a comprar, etc. Entonces ¿qué pasa? Que la parte de conexión emocional pasa a segundo lugar y, en el fondo, desaparece, tiene muy poco espacio”.
Cuando ese distanciamiento ocurre, también se tiende a ver una disminución en las actividades que disfrutan juntos, incluida la sexual, precisó la experta.
Y pese a que hay parejas con este sentimiento que pueden creer que pasan el tiempo suficiente en compañía del otro, Jorba explicó que esto suele ser a través de acciones que involucran productividad.
Entre estas últimas se pueden encontrar desde ir a comprar al supermercado hasta salir a un evento social.
Sin embargo, sugirió que “el tiempo que necesitan es ese en el que no se hace nada: estar echados en la cama, poderse duchar los dos juntos con tranquilidad, desayunar sin prisa y dejar fluir las sensaciones”.
“Dar espacio a la posibilidad de que surja una intimidad, una chispa, y eso es algo que no tenemos muy interiorizado y que el tipo de sociedad en la que vivimos, hiperexigente con que todo lo que hacemos tenga un objetivo medible, no facilita”, enfatizó.
En caso de que no se preste atención o derechamente se evadan tales señales, se corre el riesgo de que “un día nos demos cuenta de que la pareja ya está desconectada”.
Cuál es la frase que anticipa una crisis en las relaciones de pareja, según una sexóloga especialista. Foto: referencial.
Qué se puede hacer al respecto
Jorba manifestó al citado medio que “no nos tenemos que olvidar que la pareja se alimenta, aparte de por los momentos compartidos, de la individualidad”.
“Es decir, si nos vamos con amigos y contamos cómo estamos, si vamos al gimnasio y luego llegamos contentos a casa, si vamos a hacer una actividad que nos guste y luego la explicamos al otro, alimentamos la relación y también tenemos la posibilidad de echarlo de menos”, agregó a El País.
En otras palabras, no se trata abandonar tus responsabilidades ni dejar de hacer las actividades que te gustan, sino que más bien, tiene que ver con invertir tiempo para que ambos se sientan en confianza y disfruten juntos de su vínculo.
Para lograr aquello, también es clave que cada parte sienta que tiene espacios para sí misma.
De esa manera, además podrán conversar constructivamente sobre cuáles son los puntos que deben trabajar en conjunto.
“Eso sí, cada pareja tiene que encontrar su forma de hacerlo, ya que no hay una forma correcta de ser pareja”, sentenció la autora del libro.
Cabe destacar que siempre es recomendable acudir a un especialista para evaluar posibles problemáticas y las mejores formas de abordarlas.