En su cuenta de Instagram, MacKenzie Scott (53) tiene publicada únicamente una foto suya. Una imagen sucedida de una cohorte de comentarios que simbolizan lo más representativo de unos Estados Unidos divididos entre lo californiano-posmoderno y lo patriótico-conservador.
La ex mujer de Jeff Bezos recibe loas por haber donado cientos de millones de dólares durante los últimos años, pero también críticas por escoger causas de izquierdas para obrar su milagro. Al insulto de un misógino que asegura que regalar el dinero de su multimillonario divorcio es un comportamiento típicamente femenino, le sucede la defensa de un liberal que aboga porque haga lo que quiera con lo que le pertenece.
Luego están aquellos que la tratan como si fuese el hada madrina que con magia y pocos impuestos concede todo tipo de deseos: desde acciones necesarias para paliar el hambre y la miseria a otros más cuestionados por su alta carga de politización.
Dueña de la fundación Yield Giving, la escritora y abogada californiana ha entregado un total de 640 millones de dólares a 361 organizaciones. 122 de los cuales han ido destinados a fondos de apoyo a sin papeles en Estados Unidos. Una de las ONGs que más se ha beneficiado de su generosidad ha sido Florida Inmigrant Coalition, una charity abiertamente crítica con el Partido Republicano y su gobernador estatal, Ron DeSantis. Este último, conocido por sus ideas radicales contra la inmigración ilegal.
Otra causa por la que aboga la multimillonaria es todo lo referido a la temática transgénero. De los 72 millones que ha entregado a sociedades LGTB, 18 han desembocado a diversas organizaciones que defienden que los atletas trans sean integrados en el deporte del género con el que se sienten identificados. Algunas de ellas son Transgender Law Center, ACLU de Alabama, Soccer without Borders y OutFront Minnesota.
MacKencie Scott se ha convertido también en toda una capitana de los los denominados como social justice warriors, es decir, guerreros de la justicia social. Un lobby que protesta públicamente contra cualquier causa que considera injusta. Ejemplo de ello es el Gender Justice The Neighbor Project, beneficiado con 2 millones de dólares cortesía de la ex de Bezos. Un proyecto que busca «construir y sostener un mundo libre de barreras de género». Algo que «requiere organización comunitaria, educación y cambiar la forma en que hablamos y pensamos sobre el género».
Entrando en cuestiones menos subjetivas, Scott ha cedido su mansión de 55 millones de dólares en Beverly Hills para acoger a gente sin hogar. Algunos de los cuales son inmigrantes que reciben de forma gratuita un programa de ayuda e integración.
La de San Francisco también está muy preocupada por el cambio climático. Durante los cinco años de actividad de su fundación, ha aportado una liquidez de 18 millones a proyectos de energía limpia.
Scott ha decidido ser toda una Robin Hood desde que en 2019 se divorció del fundador de Amazon. Una infidelidad del empresario con la periodista Lauren Sánchez, con quien ahora se va a casar, terminó con 25 años de relación. La pareja tuvo cuatro hijos en común: tres biológicos y una niña adoptada de China.
Licenciada con honores en Filología Inglesa por la Universidad de Princeton, Scott es autora de dos libros y en 2006 ganó el American Book Award, uno de los premios literarios más prestigiosos de Estados Unidos. La escritora conoció a Bezos en Nueva York y poco después se mudó con él a Seattle. Entonces se puso a trabajar en el fondo E.Shaw, creado por el fundador de Amazon.
Su filantropía no es algo nuevo. En 2014, fundó Bystander Revolution, una ONG contra el acoso escolar. Sin embargo, mientras la ecología, la lucha contra el bullying o la protección de los más débiles son razones que una mayoría de la sociedad secunda, no sucede lo mismo con algunos de los compromisos que más apoya.
Su defensa numantina de la inclusión de mujeres trans en el deporte no es apoyada por una gran mayoría de las atletas femeninas. También su modo de entender la inmigración sin control fronterizo le ha traído controversia.
Por su parte, las donaciones de Bezos no han sido tan polémicas. En el mismo periodo de tiempo que su ex, ha donado 2.000 millones de dólares. Siendo en su mayor parte destinados a ayuda de indigentes. Su fortuna actual asciende a 170 mil millones de dólares.
Alejado de Amazon, actualmente ostenta únicamente el 7% de las acciones de la compañía que creó en Seattle en 1994. Con los 2.000 millones que ha logrado de la venta de su empresa, busca iniciar una nueva vida en Florida junto a Lauren Sánchez. Ambos residirán en dos mansiones contiguas en un exclusivo barrio de Miami. Una de las cuales pertenecía a la hija del empresario Publio Cordón y que el ingeniero compró por 56 millones.
Además de esta incipiente vida conyugal, Bezos tiene una nueva ilusión: hacer despegar su proyecto Blue Origin, una empresa aeroespacial privada que aspira a competir con Elon Musk.