La coalición del primer ministro Narendra Modi obtuvo la mayoría de los escaños en las elecciones generales de India, al finalizar el martes (4.06.2024) el recuento de votos.
Sin embargo, el recuento de la Alianza Democrática Nacional (NDA), liderada por el el Partido Popular Indio (Bharatiya Janata Party, BJP) de Modi, quedó muy por debajo de lo esperado, lo que supuso un sorprendente revés para el premier indio.
A diferencia de las dos últimas elecciones, el BJP necesitará que sus socios de la alianza superen la marca de la mayoría de 272 escaños en la Cámara Baja del Parlamento, de 543 escaños. Modi había fijado un objetivo de más de 400 asientos para el NDA. Se espera que los resultados definitivos lleguen a última hora del martes o a primera hora del miércoles.
«La gente ha depositado su fe en la NDA (Alianza Democrática Nacional) por tercera vez consecutiva», escribió Modi en la plataforma X (antes Twitter). «Se trata de una hazaña histórica en la historia de la India».
La oposición de Rahul Gandhi, optimista
Un mandato por debajo de lo esperado significa que Modi tendrá que apoyarse más en sus aliados -como los líderes regionales N. Chandrababu Naidu en el estado sureño de Andhra Pradesh, y Nitish Kumar en Bihar, en el este-, a diferencia de lo que ocurría en el pasado.
Mientras tanto, los partidarios del principal partido de la oposición, el Congreso Nacional Indio, parecían optimistas a pesar de que el partido había perdido las elecciones.
Coreaban eslóganes alabando a Rahul Gandhi, el líder más destacado del partido. Ghandi es el descendiente de la dinastía Nehru-Gandhi, que desempeñó un papel dominante en la política india durante generaciones. En una rueda de prensa Gandhi dijo que consideraba las cifras como un mensaje del pueblo. «Los más pobres de este país han defendido la Constitución de India», afirmó.
El plan de Modi no funcionó
El BJP había basado su campaña en la rápida expansión económica de India y en su creciente importancia internacional, y había intentado atraer a la mayoría hindú. Pero según los analistas, cuestiones como la crisis del desempleo habían estado más presentes en la mente de la gente.
La politóloga Zoya Hasan dijo a DW que la actuación de la oposición había sido «extraordinariamente buena».
«Se ha evitado lo peor, y la democracia y la Constitución en India sobrevivirán. Han sido unas elecciones tan desiguales e injustas, con el dominio absoluto del BJP sobre el dinero, los medios de comunicación y las instituciones», declaró.
Hasan añadió que el resultado era un rechazo al dominio político y a las políticas del BJP. «Ha reivindicado nuestra fe en el buen sentido del votante indio y en el futuro de nuestra gran democracia».
Gilles Verniers, analista político y miembro del Centro de Investigación Política, un grupo de reflexión, compartía una opinión similar. «Aunque el BJP consiga formar gobierno, estas elecciones son un revés personal para el primer ministro», declaró a DW, señalando que el BJP no obtuvo mayoría propia y tuvo que depender de socios de coalición mantenerse en el poder.
«Dado que el BJP hizo de Modi el principal argumento de su campaña, él es personalmente responsable de los resultados de su partido», afirmó.
«Se trata de un territorio inexplorado para el nuevo BJP, que se enfrentará a dos opciones: convertirse al arte de la conciliación política o seguir avanzando por el camino de la autocracia. El futuro nos dirá qué camino elegirá el primer ministro, una elección que definirá la posición y la trayectoria de India».